Departamento de Derecho Penal y Criminología

Actualidad
13 de septiembre de 2023

El crimen del siglo: la crisis del fentanilo y la dark web Parte 2

Es esencial que las autoridades policiales y judiciales utilicen técnicas de investigación vinculadas con Big Data e inteligencia artificial para detectar actividades ilegales en la web oscura

Por: Paula Andrea Ramírez, docente investigadora

La crisis del fentanilo en Estados Unidos se ve agravada por el uso clandestino de la web oscura. En el ciberespacio se ofrece fácilmente la compra y venta de dosis de fentanilo, generando un mayor consumo que se ve representado en más muertes y adicciones por su uso. La disponibilidad de sustancias peligrosas como el fentanilo en los mercados de la web oscura agravada la crisis de los opiáceos. 

No hay duda de que el ciberespacio permite ampliar las actividades de las organizaciones criminales para ofrecer, vender y comercializar fentanilo con mayor anonimato, dificultando a las autoridades la detección de sus movimientos ilícitos, además, permite a los consumidores desde cualquier dispositivo tecnológico acceder a una amplia gama de fentanilo de manera clandestina. La dark web también facilita la compra de precursores químicos para la producción de fentanilo. 

La deep web es un lugar virtual muy diferente al internet que usamos habitualmente. Este espacio se suele representar con la figura del iceberg, afuera del agua se encuentra el internet que usamos, como Google o Instagram, y debajo de esta se encuentran la deep y dark web esta última vinculada a cuestiones delictivas. Ejemplo de la dark web es la existencia de mercados de drogas, transacciones con cuentas robadas y fraudes de diferente naturaleza. 

La web oscura es más grande que la web tradicional, almacena mucha más información, no está indexada por los motores de búsqueda y está restringida. Es decir, no se puede acceder a él con navegadores clásicos. Estos riesgos deben generar nuevas alternativas de prevención en el ciberespacio a través de campañas informativas sobre los peligros del fentanilo. 

Un gran paso en este sentido es capacitación a reguladores, investigadores, peritos, fiscales y jueces de este ámbito con el impacto positivo que puede producir en la recolección y tratamiento los elementos probatorios vinculados con la problemática.  Por ejemplo, el pago a través de criptomonedas, como Bitcoin, es muy complejo en términos tecnológicos y de trazabilidad.  Por ello, la capacitación a operadores de justicia es clave.  

A pesar de algunos esfuerzos institucionales en este ámbito los retos en la dark web siguen y son altos.  En un caso reciente conocido como la Operación SpecTor, por ejemplo, se constató la magnitud del tráfico de fentanilo y opioides sintéticos en la darknet o dark web en el ámbito trasnacional. Esta operación fue liderada por el Departamento de Justicia de USA, se desplegó en Estados Unidos, Europa y América del Sur y tuvo como objetivo identificar a quienes utilizan tecnologías que posibilitan el anonimato para comprar narcóticos ilícitos en los mercados de la red oscura. En este caso se evidencia que en la dark web se venden millones de pastillas falsificadas que contienen fentanilo, distribuyen precursores y materiales para prensar pastillas ilegales y se lavan activos utilizando criptoactivos.  

Para desmantelar estas organizaciones, se requieren esfuerzos conjuntos mediante la cooperación internacional para detectar estos grupos criminales y evitar la expansión de la distribución de fentanilo y los precursores químicos empleados en su fabricación. Además, es esencial que las autoridades policiales y judiciales utilicen técnicas de investigación vinculadas con Big Data e inteligencia artificial para detectar actividades ilegales en la web oscura. 

Además de lo anterior, es necesario emplear más recursos en la capacitación y formación técnica de los funcionarios encargados de investigar el tráfico ilegal de opiáceos y su empleo clandestino. Se precisa también desarrollar acuerdos entre el Estado y los proveedores de servicios de Internet para evitar promover la venta, distribución y comercialización ilegal de fentanilo y sus precursores químicos. En este sentido, es necesario armonizar las garantías constitucionales de la libre expresión con la salud y seguridad pública en el internet.