Segundo congreso de profesores y profesoras de derecho penal y criminología

El próximo 24 y 25 de octubre tendrá lugar el segundo congreso, esta vez en la prestigiosa Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

Durante mi época alemana de estudios universitarios era común hablar con otros estudiantes sobre los profesores de derecho penal que estábamos leyendo; y era normal saber en qué universidad eran profesores activos o jubilados. Esta última diferencia suena extraña en Colombia, donde los profesores de derecho no se jubilan pues no ejercen en jornada completa. El interés por los profesores iba atado a sus escritos y al aporte que podían brindarnos en nuestras investigaciones; por eso recuerdo a Karl Engisch, profesor jubilado en la Universidad de Múnich, y a Klaus Günther, profesor activo en la de Fráncfort del Meno. El inevitable contraste con Colombia era que no podía decirles a mis compañeros de estudio quiénes eran los profesores en las universidades colombianas; o, en el otro extremo, que los más conocidos eran profesores en varias universidades, algo difícil de explicar en un lugar donde el trabajo de profesor existe como uno de tiempo completo.

¿Quiénes son los profesores de derecho penal en Colombia y sobre qué temas escriben? Esa pregunta, en apariencia tan sencilla, nos llevó a Ricardo Echavarría y a mí a pensar en la posibilidad de reproducir en Colombia el “Strafrechtslehrertagung” alemán, es decir, el “Congreso de profesores de derecho penal” de lengua alemana. En el espacio cultural alemán se trata de un evento cerrado, lo que significa que solo toman parte en él profesores de derecho penal, y se realiza cada dos o tres años desde hace décadas; durante su desarrollo los profesores presentan ponencias que después son discutidas entre ellos. Cuando se unieron al comité organizador Hernán Orozco y Jaime Sandoval supimos que no éramos los únicos que habíamos pensado en la necesidad de organizar un evento similar, donde profesores colombianos tuvieran como norte, no la presentación magistral de ponencias, sino la discusión de estas en un ambiente calificado, informado y enfocado en Colombia. La primera decisión que tomamos fue “renunciar” a la propiedad del congreso, el cual no debe ser patrimonio de nadie, salvo de la academia colombiana. Por eso los miembros del comité organizador rotan cada año; en este segundo comité, por ejemplo, Beatriz Suárez y Juan Carlos Cantillo reemplazaron a Orozco y Sandoval; y en el próximo comité no estaremos Echavarría ni yo.

El primer congreso tuvo lugar el 5 y 6 de octubre del año pasado en la hermosa sede de la Universidad Eafit en Medellín y tuvo como invitados a Yesid Reyes, María Camila Correa, Ricardo Molina, Juan Carlos Cantillo, Hernando Londoño y Gloria Gallego en las mesas de Derecho penal general, Derecho penal especial, Derecho procesal penal, Política criminal, Criminología y Justicia transicional, respectivamente. En cada mesa participaron, como comentaristas, dos profesores o profesoras y en algunas mesas, además, miembros de la Rama Judicial, quienes previamente habían leído la ponencia y elaborado su comentario por escrito. Entre los criterios de elección de los ponentes y comentaristas tuvimos en cuenta el género, la región y el carácter público o privado de la universidad que representaban, además, por supuesto, de la solvencia académica del invitado; criterios complejos de satisfacer adecuadamente en nuestro medio. El presupuesto con el que iniciamos este lindo proyecto fue cero, pero pronto la Universidad Eafit puso a nuestra disposición sus instalaciones, papelería, café, una cena el primer día y un almuerzo el segundo, en un gesto de amplia generosidad que fue completado por los invitados, quienes costearon su traslado y estadía. Muchas gracias.

El próximo 24 y 25 de octubre tendrá lugar el segundo congreso, esta vez en la prestigiosa Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Como, a diferencia del evento alemán, este no es un congreso cerrado, todos los interesados por el derecho penal están cordialmente invitados.