Departamento de Derecho Penal y Criminología

Actualidad
3 de enero de 2024

En caso de duda debe prevalecer el deber de prevención del Genocidio

Descartar de plano la posibilidad de que se esté cometiendo un crimen de genocidio en contra de la población palestina debilita el deber de prevención del genocidio que tienen los Estados.

Por: Alejandra Ballesteros, asistente de investigación

El conflicto Israelí-Palestino que recientemente se ha visto recrudecido no es una situación humanitaria novedosa. Tras la Segunda Guerra Mundial, las poblaciones judías establecidas en el territorio palestino crecieron exponencialmente, generando un incremento de los conflictos entre los palestinos que buscaban la independencia y los judíos que reclamaban ese territorio como suyo, lo cual resultó en que más de la mitad de la población palestina fuera expulsada de sus hogares, perdieran sus tierras y se convirtieran en refugiados o desplazados en países árabes vecinos.[1]

Israel ha ocupado y colonizado la totalidad del territorio palestino mediante la creación de asentamientos ilegales en el territorio, así como un régimen de apartheid implementado mediante la privación de derechos económicos y sociales, el despojo de tierras y propiedades; el fraccionamiento de la población palestina cuyo efecto es maximizar el control israelí y debilitar los lazos familiares, sociales, políticos y culturales entre la población palestina.

Estas violaciones sistemáticas a los derechos humanos se han visto recrudecidas con la escalada de violencia que desde octubre de 2023 soportan los palestinos.  Miles de personas han sido asesinadas en los últimos ataques israelíes a la Franja de Gaza -incluyendo niños y niñas-, sin hablar de la privación permanente a necesidades básicas como electricidad, agua, alimentos, servicios de salud e incluso la destrucción de suministros médicos y los bloqueos por parte de tropas israelíes para que la ayuda humanitaria entre a Gaza. Esto, sumado a los antecedentes del conflicto, para muchos -incluyéndome-, permite concluir que se está cometiendo un crimen de genocidio en contra de la población palestina.  

Es precisamente la tipificación de las conductas lo que ha causado debate. Muchos consideran que sí se trata de un genocidio, mientras que otros plantean dudas sobre la dificultad de probar la comisión de este crimen y que, por tanto, los esfuerzos deberían estar enfocados en su tipificación como crímenes de guerra y de lesa humanidad. Estas dudas recaen sobre la forma en la que se evidenciaría la intención genocida, es decir, la intención de destruir total o parcialmente a un grupo, lo cual obedece al elemento subjetivo especial de este crimen internacional.

Académicos afirman que acusar a Israel de cometer un genocidio es injusto, pues sus acciones no son intencionales, sino que responden a un ataque del cual es víctima. Considero que esta es una aseveración sesgada, que no tiene en cuenta el contexto de un conflicto de más de 70 años, las implicaciones sociales, políticas y culturales en la población palestina que ha ocasionado su fraccionamiento, el lenguaje que se ha escuchado de líderes políticos y militares israelíes refiriéndose a palestinos como “animales humanos”, la evidente desproporción de los ataques en Gaza y, en general, el sometimiento intencional por parte de Israel a condiciones de existencia que acarrean la destrucción del grupo permiten hablar de la configuración de los elementos objetivos y subjetivos del crimen de genocidio.

Adicionalmente, los efectos jurídicos de hablar de un genocidio en Gaza resultan relevantes. De conformidad con la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (1948), ante la posibilidad de que se esté cometiendo este crimen surge para los Estados la obligación de sancionarlo, pero también de prevenir que se cometa, la cual debe prevalecer ante cualquier duda sobre la calificación jurídica de las conductas. De manera que, descartar de plano la existencia de un genocidio implica la consecuencia jurídica de debilitar o atenuar ese deber de prevención y, con ello, permitir que estas conductas sigan poniendo en peligro la existencia de este grupo.


[1] Amnistía Internacional. Ocho claves para entender el conflicto israelí-palestino. 22 de noviembre de 2022