Departamento de Derecho Penal y Criminología

Actualidad
18 de octubre de 2023

El crimen del siglo: la crisis del fentanilo en los Estados Unidos y las finanzas ilícitas. Parte 4

En la criminalidad organizada actual se han incorporado nuevos negocios asociados con los opioides sintéticos y el uso no médico de fentanilo, el cual genera miles de muertes y adictos a su paso

Por: Paula Andrea Ramírez, docente investigadora

En  el libro Empire of Pain, el escritor Patrick Radden Keefe describe el rol de la dinastía Sackler en la crisis de opioides a través de la comercialización de OxyContin por parte de Purdue Pharma. Se trata de una de las familias más ricas del mundo, con un origen incierto de su fortuna, hasta que se supo que los Sackler eran responsables de fabricar y comercializar un analgésico de gran éxito que fue el catalizador de la crisis de los opioides.

El crimen organizado tiene diversas expresiones que van desde la delincuencia corporativa hasta los carteles de drogas ilegales. Particularmente, en la criminalidad organizada actual se han incorporado nuevos negocios asociados con los opioides sintéticos y el uso no médico de fentanilo, el cual genera miles de muertes y adictos a su paso. La producción y el tráfico delictivo de opioides sintéticos genera ingresos por valor de cientos de millones de dólares al año. Las drogas de fentanilo que circulan en el mercado ilícito en ocasiones se utilizan como sustitutos menos costosos de la heroína y, de forma alarmante, como ingredientes de otros estupefacientes. 

No puede perderse de vista que las redes clandestinas del fentanilo también están involucradas en el tráfico de xilazina, un poderoso sedante para uso veterinario que lo mezclan con fentanilo ilícito para producir una sustancia mortal. Según la DEA, las mezclas de fentanilo y xilazina son más potentes que cualquiera de las drogas por separado, lo que coloca a los usuarios en mayor riesgo de sufrir una sobredosis fatal. 

Los grupos de delincuencia organizada igualmente venden fentanilo como ingrediente de medicamentos falsos. Los traficantes prensan el fentanilo para fabricar comprimidos con dosis muy variables, en entornos no controlados. Las organizaciones criminales dedicadas al negocio ilícito del fentanilo están motivadas por una sola cosa: el beneficio económico. Con los resultados monetarios obtenidos clandestinamente disfrazan los activos financieros para que puedan usarse sin que se detecte la actividad ilegal que los produjo. A través del lavado de dinero, estos delincuentes transforman el producto derivado de las actividades relacionadas con el tráfico de fentanilo en fondos con una fuente aparentemente legal.

Este proceso de las finanzas ilegales tiene consecuencias devastadoras. Por un lado, el lavado de dinero asociado con los opiáceos proporciona el combustible para que los traficantes de drogas ilícitas y otros delincuentes operen y expandan sus empresas criminales a gran escala. A su vez, incentiva otras actividades prohibidas, afecta la seguridad pública e impacta en sectores lícitos de la economía. 

Los ingresos del tráfico de opioides sintéticos se enmascaran en el lavado de activos por parte de quienes se lucran del negocio de la muerte. Según The Financial Action Task Force (FATF) se utilizan una variedad de métodos que incluyen el contrabando, los mensajeros de efectivo, el lavado de dinero basado en el comercio y los activos virtuales (cripto), así como empresas fantasmas y los servicios de blanqueadores de dinero profesionales. 

Las finanzas ilícitas en este ámbito incluyen el comercio de opioides, el uso de precursores químicos, y los flujos financieros de las redes criminales involucradas que utilizan los mercados de la web oscura y los activos virtuales, entre otras. El Senado de Estados Unidos aprobó recientemente la Ley de Defensa contra el Fentanilo conocida como Fentanyl Eradication and Narcotics Deterrence (FEND) Off Fentanyl Act, que permite combatir y expropiar los bienes de los cárteles involucrados con el tráfico de Fentanilo, además los de proveedores de precursores químicos utilizados para la fabricación de este potente opioide sintético. Combatir el financiamiento ilícito es un pilar fundamental para afrentar y desconcertar las organizaciones criminales transnacionales que trafican con drogas ilícitas.